Presentamos la entrevista que Manuel Barral del Diario La Opinión hizo a Diego comendador
Diego Comendador Alonso: ´La gestión del Administrador Concursal en Pescanova es muy buena, logró que siga funcionando´
“Pescanova es un buen ejemplo de lo que no se debe hacer en la gestión de una firma y de que los controles no funcionaron” – “Días antes de su caída estaba recomendada en Bolsa. Sorprendente”
Expertos de toda España en la ley concursal participaron esta semana en Santiago en el VII Encuentro en Galicia de Profesionales del Derecho Concursal, organizado por el Consello Galego de Colexios de Economistas. El director-coordinador del evento, Diego Comendador, economista y administrador concursal, participó en importantes procesos como el de Martinsa Fadesa o el del astillero Vulcano y asegura que aún hay muchas cosas que cambiar para erradicar las desventajas que implica estar en concurso para operar en el mercado.
-En las jornadas analizaron las novedades de la ley concursal y posibles mejoras. ¿Qué cambios haría usted?
-Modificaría la composición de la administración concursal, que ha pasado en 2012 de tres miembros a uno. Pondría como mínimo dos, para tener la vertiente económica y la jurídica: un economista y un abogado. Cambiaría los plazos. Los concursos duran demasiado tiempo, habría que acortar la incertidumbre sobre el futuro de la empresa y su solución. Y modificaría cosas que no son de la ley concursal pero que provocan que las empresas entren tarde en concurso y el 90% acabe liquidándose. Las firmas en concurso tienen muchos obstáculos para operar en el mercado.
-¿Cuáles son?
-No pueden contratar con el sector público, no tienen el certificado de estar al día con las obligaciones tributarias y la Seguridad Social (si tienen deuda con ellas), lo que limita su actividad. Muchas grandes empresas exigen que sus proveedores tengan esos certificados. La financiación es dura y la banca debe dotar provisiones pese a que los créditos dados en concurso son los primeros que se cobran. Como el caso de Pescanova, los bancos aportaron 50 millones y tuvieron que hacer un sobreesfuerzo provisionando parte del préstamo, como exige el Banco de España. Todo esto hace que una compañía en concurso esté en desventaja en el mercado.
-Supongo que una empresa que dependa de obras públicas y entre en concurso, prácticamente va a la liquidación…
-Sí, la lanzas al vacío.
-¿Es mejor el preconcurso?
-No me gusta cómo está concebido: anuncias al mercado tus problemas y no tienes ninguna protección frente a tus acreedores, que te pueden instar al concurso necesario. En preconcurso tienes los mismos problemas que en concurso pero sin las ventajas del concurso.
-¿Lo modificaría o lo eliminaría?
-Le daría más protección a la empresa. Si no, es como darle a elegir entre que la coma un león o un tigre. Lo peor son las trabas que tienen para operar con normalidad.
-En España el 90% de las firmas en concurso se liquidan, ¿cuáles son las cifras en Europa?
-En Europa por cada 10.000 compañías hay 70 insolvencias. En España esa ratio bajó a 24. Allí se concursa mucho más pero el número de éxitos es mayor, en muchos países del 50%. En España se es reacio al concurso. Algunas empresas que he liquidado, tendrían muchas más opciones de sobrevivir entrando en concurso un año o dos antes.
-Pues últimamente hay muchos. Supongo que no será solo culpa de la crisis sino también de la mala gestión…
-Sí, en un concurso no hay un solo factor. La crisis ayuda, y dentro de ella la falta de financiación.
-Martinsa Fadesa superó el mayor concurso de la historia de España, pero sigue con pérdidas. Usted estuvo en la administración concursal. ¿Puede volver a caer en concurso o incluso liquidarse?
-No sé más de Martinsa desde que cesamos, conozco su situación por la prensa. Cumplió los dos primeros plazos del convenio y en diciembre le toca el tercero. Habrá que esperar a ver qué pasa.
-En el caso de Pescanova, imagino que la última opción debe ser la liquidación. Hay muchas familias que dependen de ella.
-Sí, a lo último que se debe aspirar en Pescanova y cualquier concurso es a la liquidación. La mejor forma de que los acreedores recuperen su dinero es con ella funcionando. La liquidación debe ser el último paso, si no hay más remedio.
-El nuevo presidente de la pesquera hablaba de una quita del 75%. La banca pide capitalización. Muchas veces es mejor cobrar algo que nada, ¿no?
-Sí, pero hay aspectos en los que es mejor no generalizar. El presidente de Pescanova quizás se precipitó al cifrar la quita porque puede haber otras opciones como capitalizar deuda o un mix de ambas cosas.
-Pescanova parece un buen ejemplo de lo que no se debe hacer en una empresa…
-Sin duda. En la gestión y, sobre todo, en que los controles no funcionaron. Todos nos sorprendimos. Una firma que dos días antes de que se precipitase todo estaba recomendada por los analistas de Bolsa, resulta que tiene un déficit entre activos y pasivo de 900 millones. Es sorprendente.
-El expresidente de Pescanova reconoció ante el juez prácticas irregulares y dijo que la banca y la auditora BDO lo sabían. Si es cierto, es gravísimo, ¿no?
-Sí, sería muy fuerte. Pero no creo, tengo que creer en el sistema.
-¿Qué opinión tiene de la gestión de los administradores concursales, de Deloitte?
-Muy buena. Han conseguido lo más importante, que la compañía siga funcionando, que esté en el mercado. Han logrado la financiación necesaria y, dentro de poco, cuando se convoque a los acreedores, principalmente la banca, decidirán si apoyan un convenio o la abocan a la liquidación.
-Al inicio de la crisis parecía que todos los concursos eran en la construcción, al estallar la burbuja inmobiliaria. Ahora se ve que firmas de otros sectores quisieron aplazar los problemas y al final la bola se hizo más grande…
-La gente utiliza el concurso como la última salida. Aguantan y aguantan hasta que revientan. Pero creo que la bola se pinchó desde el primer día, en 2007 o 2008.
-A veces las administraciones ayudan a empresas, como hicieron con los bancos, y todo empeora. ¿En ocasiones no es mejor dejarlas caer que salvarlas?
-Comparto esa teoría. Nunca creí en las huidas hacia adelante. Cuando una empresa empieza a ir mal tiene que reestructurarse y el concurso debe ser una herramienta para ello. No puede ser que una empresa inviable, salvo sectores estratégicos, pierda dinero.
-Pero a veces las administraciones se meten demasiado…
-Una cosa es ayudar a una compañía a que no caiga y otra que viva a base de subvenciones. No puede ser que las administraciones se metan de salvadoras de empresas que son deficitarias endémicamente y estén todo el tiempo subvencionando pérdidas.
-En la ley de emprendedores también hay novedades sobre las insolvencias. ¿Cuáles destacaría?
-Abre la puerta a que las personas físicas puedan ver perdonada su deuda. Lo que en EEUU o Italia se llama la segunda oportunidad. También en el afán del Gobierno de que las empresas no entren en concurso, crea un nuevo procedimiento, el acuerdo extrajudicial de pagos para que cuando una firma esté en insolvencia un mediador concursal negocie con los acreedores un pacto extrajudicial, con lo que habría un convenio sin entrar en concurso.
-¿Cree que esta figura funcionará mejor que el preconcurso?
-Quizás, hay que darle tiempo porque acaba de salir. Quiero pensar que se legisla para mejorar.
-Como economista, ¿qué importancia cree que tiene que Novagalicia pueda mantener la galleguidad tras la subasta? ¿Alguno de los postores puede mantenerla?
-Cualquiera de las opciones supondrá perder la galleguidad, al menos lo que yo entiendo por galleguidad. NCG es gallega porque tiene aquí la sede social y la dirección, y tanto la banca nacional como los fondos no son gallegos.
-¿Cómo puede afectar la pérdida de la galleguidad?
-No lo sé. No creo que suponga el desmantelamiento de NCG. Está muy arraigada en la comunidad, tiene un fondo de comercio alto, una gran penetración en el sector rural y quien lo compre supongo que no deshará toda la estructura.
-¿No podría afectar, si el comprador es español, en reducción de oficinas y empleos, por las duplicidades?
-Creo que cualquiera de las soluciones va a pasar por una reestructuración de plantilla.
-Cada vez hay más candidatos para comprar NCG. ¿Qué la hace tan atractiva para que haya tanto interés?
-Esa penetración en la comunidad, los clientes y la importancia de que haya oficinas en núcleos de población pequeños. El mayor daño que se puede hacer a Galicia es que desaparezcan las sucursales en esas zonas, que muchas veces son las únicas que hay.